Alimentación en hipertensión arterial

Cada vez es más común sufrir de hipertensión arterial, por eso  conviene conocer qué es y qué pautas alimenticias seguir para no agravar más esta enfermedad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la Hipertensión Arterial (HA) como el aumento de la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes de los vasos sanguíneos al ser bombeada por el corazón, de modo que a mayor valor de tensión mayor será el esfuerzo realizado por el corazón y peores las posibles repercusiones sobre la salud de quien la padece.

Para poder hablar de HA tenemos que conocer cuáles serían los valores normales de tensión sistólica y diastólica en adultos. También conocer los valores a partir de los cuales podríamos hablar de dicha patología. De forma general se considera que una tensión normal en adultos debe tener un valor de 120mm Hg para la sistólica y de 80mm Hg para la diastólica. Considerándose valores indicadores de HA aquellos iguales o superiores a 140mm Hg para la sistólica y de 90 para diastólica.

A nivel nutricional son muchos los factores que pueden ayudarnos a controlar la tensión arterial tanto a nivel de prevención como a nivel de tratamiento junto con el tratamiento farmacológico pautado por un médico.

Pautas a seguir para la prevención de la HA

  1. Controlar el consumo de sal y alimentos salados: no superar los 5 g sal o 2 g de sodio diarios.
  2. Alcohol. Evitar el consumo de alcohol ya que existe una relación directa entre el consumo elevado de alcohol y la HA.
  3. Asegurar el aporte adecuado de potasio, calcio y magnesio puesto que su déficit se relaciona con la HA.
  4. Dieta rica en fibra y baja en grasas saturadas.

Ante la presencia de HA a las pautas anteriores deberemos añadir las siguientes recomendaciones:

– Llevar una alimentación saludable evitando el consumo de:

  • Sal de mesa
  • Carnes y pescados procesadas
  • Alimentos ahumados, en conserva, congelados, en salazón…
  • Quesos (salvo quesos bajos en sodio)
  • Alimentos con sal añadida (como frutos secos, pan, biscotes…)
  • Caldos, purés, concentrados de carne o pescado comerciales
  • Frutas en almíbar, escarchadas o confitadas
  • Bollería industrial
  • Salsas comerciales
  • Alimentos precocinados
  • *Verduras ricas en sodio como las espinacas pueden tomarse siempre y cuando se controle la ingesta de sodio del resto de alimentos

– Alcanzar o mantener un peso adecuado

– Aumentar el consumo de verdura y fruta fresca

– Evitar el alcohol

– Cubrir las necesidades nutricionales de calcio, ya sea mediante el consumo de lácteos y sus derivados bajos en sodio o con el consumo de bebidas vegetales, frutos secos, pescado y otras fuentes de calcio

– Controlar la cantidad de café diaria en caso de ser consumidor habitual y evitarlo si no suele consumirse

Como en la mayoría de patologías, llevar una alimentación variada y equilibrada es pieza clave tanto en la prevención como en el tratamiento de la misma. Por lo tanto, no dudes en acudir al dietista-nutricionista ante esta situación.