¿Qué es la posturología?

Podríamos decir que la posturología es el estudio de la estabilidad. Dentro de esta disciplina, la posturopodia es la especialización del podólogo, que le permite el tratamiento de problemas funcionales de la estabilidad y la postura a través del pie.

Son las plantillas posturales la herramienta que utilizará el podólogo para aplicar el tratamiento, resultado de una exploración clínica completa y global. Plantillas personalizadas y dinámicas, que serán modificadas en función de la evolución de cada persona, ya que los cambios de la propia persona, implican también cambios en sus plantillas.

¿Cómo son estas plantillas?

Se trata de una base en la cual vamos a incluir distintos elementos de tratamiento en zonas concretas. Adaptables prácticamente a cualquier tipo de calzado debido a su reducido espesor (tan sólo algunos milímetros).

La información en relación a la postura, llega de distintas fuentes: los ojos, los oídos, las articulaciones, los tendones, el pie, incluso las vísceras. El cerebro va a procesar e integrar toda esta información para expresar su respuesta a través del tono muscular. Es aquí donde vamos a centrar nuestro tratamiento, intentando modular esta respuesta muscular.

podología

 

¿Quién debe beneficiarse del tratamiento postural?
  • Niños: pie valgo o pie plano-vago.
  • Personas con trastornos funcionales de tipo crónico: lumbalgias.
  • Afecciones propias del pie: dolores en la zona de los talones o en su parte anterior.
  • Deportistas: prevención de lesiones, tratamiento de estas en colaboración con fisioterapéuta.
  • Ancianos: la inestabilidad y el riesgo de caídas aumentan con la edad.

No hay un limite de edad, y escasas contraindicaciones en el uso de plantillas posturales.

Las causas de molestias en los pies pueden ser múltiples:

– Afección del propio pie.

– Afección funcional. Por ejemplo de tipo visceral que va a producir de manera descendente un dolor en el pie, como es el caso de las talalgias bilaterales.

– Determinadas zonas dolorosas en el pie que llegan a producir molestias en las rodillas.

Por tanto, no nos centramos exclusivamente en explorar el pie, sino que nos interesa el cuerpo en su globalidad. Es importante tratar de determinar la causa para conseguir un tratamiento más efectivo. De ahí también la importancia del trabajo en equipo con profesionales como fisioterapéutas, osteópatas, odontólogos y optometristas.

El dolor es la forma en la que nuestro cuerpo trata de llamar la atención, pero la normalidad es no tener dolor.